viernes, 18 de noviembre de 2011

Instrucciones para el correcto funcionamiento del televisor.

Ir al salón de casa, buscar bien encima de la mesa, entre los cojines del sofá, en los cajones. En definitiva, encontrar el mando de la televisión. Cogerlo con mucho cuidado y acariciarlo suavemente para que tome confianza mientras nos dirigimos a la ventana. Taparle los ojos disimuladamente: decirle que le espera una sorpresa. Darle emoción al momento: "es una nueva experiencia, estará genial". Abrir silenciosamente la ventana, sacar con cuidado los brazos manteniendo el mando en suspensión. Aprovechar este momento para decirle las más bonitas palabras que se nos ocurran, e inmediatamente, dejarlo caer con suavidad. Como si no hubiese suelo contra el que se va a estrellar. A continuación, decirle al señor que ha amortiguado el golpe con la cabeza que el mando es todo suyo, y que puede subir también a por el televisor. Repetir esto último varias veces si no funciona a la primera. Probar con distintas personas. Por último: cerrar la ventana. Y listo. 
Ah, y lo más importante: lavarse bien las manos después del proceso.


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