viernes, 28 de octubre de 2011

Tizas vacías



- ¿Para qué confesar que estoy cuerdo, si tan solo a los locos se les está permitido este tipo de locuras? Además... yo no tengo que confesar nada; son los demás los que se han tomado la libertad de juzgarme y calificarme de ese modo. Yo no he hecho más que lo que deseo y lo único que me diferencia de ellos es que no me importa que piensen eso. 
Sabes, indagando un poco más... el llamarme loco es una excusa que se ponen a ellos mismos para evitar convertirme en un ejemplo que desean seguir y de esta manera no tener que asumir que no se atreven a hacerlo. En el fondo ellos también querrían hacer "cosas de locos", lo que pasa es que no saben -o no quieren saber- que pueden.
En el fondo dicen “es que está loco” para no decir “no soy capaz…” A muchos niños les gustaría ir a mis clases, ¡hablo de cosas divertidas! Lo que ocurre es que para ello, no solo tendrían que ser diferentes, sino escuchar a un viejo chiflado.
Pero tú no te preocupes por mí, cariño. Yo hago esto porque me gusta, y porque siempre quise hacerlo. Bien es cierto que me gustaría que alguna vez, hubiese aunque fuera un niño en algún pupitre pero… a quién le interesan hoy en día las tonterías que puede decir un loco...

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